23 febrero 2007

Una Historia de tantas


La noche anterior una calma inquietante le abrigo el alma….sentía así que podían pasar las horas y ella, inquebrantable.

Al día siguiente, agitada despierta, dándose cuenta de la hora….¡Pero como es posible, en 15 minutos mas tenia una hora con su tarotista, y ella aùn en cama.¡.

Apresuro su paso todo lo que más pudo….bajo por el ascensor, corrió hasta el estacionamiento, subió a su automóvil, y así se dirigió a ese encuentro misterioso, abrigando la esperanzas de encontrar un balsamo para si.

Por esas cosas de la vida, no llevo la dirección exacta del lugar donde se dirigia….aunque esto suele sucederle, no llevar una dirección clara, que le permita saber a donde va, y que es lo que podrìa encontrar en esa busqueda, sea transformado en un acto cotidiano que es aceptado por ella como parte de si misma…

Por esas cosas que suelen pasarle, aquel encuentro no ocurrió, con lo cual devino la angustia y el llanto, la rabia, la sensación de soledad y vacuidad. Sintió que el miedo la paralizaba desde cuerpo hasta el alma; lloro y lloro, como hace mucho tiempo no lo hacia, como no lo habìa podido hacer, exorcizando asì sus angustias… Y fue así como un día cualquiera en un lugar cualquiera, llego al encuentro de su alma, sintiendose renovada, vivificada y dueña de si misma.