13 febrero 2007

El mosquito (Cuento Sufi)


Ocurre que con mucha frecuencia nos auto convencemos que somos personas con una amplia sabiduría, y este es uno de los caza bobos más destructivos para el ser humano ya que conlleva a contagiarnos de la ceguera mental, porque en apariencia ya no necesitamos de nada ni de nadie para seguir creciendo y poder navegar en este mar que Dios a creado con el poder de su mente. De vez en cuando es preciso refugiarnos en el silencio, para que nuestro interlocutor interno no nos haga creer que lo irreal es real.

(Luis Alarcòn)

El mosquito (Cuento Sufi)

Tú te pareces a un mosquito que se cree alguien importante.
Al ver una brizna de paja flotando en un charco de orina de asno,
levanta la cabeza y se dice:
“Hace ya mucho tiempo que sueño con el océano y con un barco.
¡ aquí están !”
Esta charca de agua sucia le parece profunda y sin límites, pues su
universo tiene la estatura de sus ojos. Tales ojos sólo ven océanos
semejantes. De repente, el viento desplaza levemente la brizna de
paja, y nuestro mosquito exclama:
"¡ qué gran capitán soy !"
Si el mosquito conociese sus límites, sería semejante al halcón.
Pero los mosquitos no tienen la mirada del halcón.


Yalal Al- Din- Rumi